sábado, 15 de enero de 2011

__|__|__

Se le ve tan indecisa, ...tan dulce es su sonrisa, ...tan inalcanzable para ella.

Pequeña, es mucho tiempo, corre a abrazarle. No será tan mal rechazo, y si acepta las penas vuelan.
Pequeña, mucha suerte. Me cansa verte mal. No es malo, escribe, desahoga ahora todo, límpiate por dentro, no hay mejor cura.
Confía en mí, no te conozco y te escribo, no sabes qué soy y me reflejas, seré tu musa.

Si me necesitas coge el lápiz, no te dejo si me piensas. Y llora por favor, llora hoy todas las lágrimas de sin razón, pero ni a él ni a nadie, son mías de hoy en adelante.

Deja las pruebas, no queda tiempo. No hay mayor regalo que el que estás haciéndote. Escríbemelo todo para mañana reírte del gran desorden que ocupas. Descríbeme cada centímetro, cada rostro, cada conversación que te hace esto. Yo prometo fidelidad, entendimiento en lo que es absolutamente absurdo; te prometo que blasfemaremos juntas, que juntas lucharemos; prometo darte la razón, no como a un loco, sino como si yo fuera otro; prometo lo que prometes, prometamos que esto acabe.

-"¿Es hoy el día o es otro más?"
-"Es hoy, y es mañana. ...y es hoy siempre, y siempre es mañana"

__|__|__


Se le ve marchar con tristeza, entra y cierra la puerta.
Se pone los cascos, llora y apaga la luz, pero su silueta no engaña, aún llora, la luz se ha apagado, pero sigue sentada mirando hacia abajo.

Quizá hubiera preferido que no durmiera, seguir viéndola sentada, pues ahora llora, tumbada, mete la cabeza en la almohada. Cambia de canción, pero nada...



Pobre, pobre cuerpo vencido. Pobre cabecita loca que hoy está sola. Pobres manos que arañan el colchón haciendo daño. Pobres ojos míos que son los únicos que pueden verlo.

Lágrimas puras, sollozos que desgarran. El corazón en cada mano: una lo estruja, la otra clava los dedos hasta traspasarlo. Mejor que muera, mejor que seguir despierta.

-"Pequeña ¿es que no olvidas el odio?"
-"No es odio"
-"Lo sé, ojalá pudiera serlo... Duerme"