sábado, 24 de junio de 2017

Ojalá sea ella

Lo que yo quiero es que nunca vuelvas a mirar a otra como me miraste a mí: de esa forma fría, aburrida y muda, que destruía cada lugar. De hecho, me reconforta pensar que en tu siguiente intento los ojos te brillarán y no habrá excusas para irse pronto.

Ojalá ella no haga grandes esfuerzos para captar tu atención, eso ya lo hice yo; no funcionó. Yo simplemente quiero que ninguno sea el estúpido y los dos seáis amantes locos, fieles instantes, desmadres crueles.

Lo que yo quiero es que siga el curso la balanza, que cuando yo sentí tu entraste en parálisis, así que ahora sientas mientras yo me postro en el sillón. De hecho, espero que ella abandone ciclo semejante y, simplemente, la cosa marche.

Ojalá yo esté cerca un día para verte sonreírle, necesitarle, acariciarle... Ojalá tú sufras como se sufren las cosas que merecen la pena, con la lucha que es camino y el camino piedras buenas. Va a pasarte, siempre lo detecto antes.

Ya no importa cuándo vuelvas o te marches: no habrán bienvenidas, no habrán despedidas, solo yo mirando tus idas y venidas por rincones donde fuimos, por los que perdimos el ritmo y por los que no aparecimos.

Ojala sepas que es ella, que te hará feliz.