Nunca esperó verte en tantas noticias, no si no era por cumplir tus metas, que, desde luego, una no era morir a la edad de todos los grandes, pese a serlo. Nunca pensó que tu nombre sería tan popular en los buscadores de Internet y que al fin tus videos serían masivamente visitados.
Nunca esperó que cuando tu futuro empezaba a dejar de ser incierto, de pronto, cesara por completo la certeza. Nunca esperó que fuera ella quien asistiera a tu último aliento, mientras el suyo ni siquiera tenía espacio para desbocarse.
No estás y ella sigue estando; no estás y el mundo continúa incluso con aquellos que nunca te conocerán; no estás y siempre estarás en ella; no estás para que te diga todo aquello que le faltó expresar, para que te mire y te de vida, para tener el alma completa.
No estás, aunque sigas estando, porque no te has ido y no te irás, porque el 3 es ya un número de mala suerte y porque mayo, ¡oh mi mayo!, donde tantos héroes dieron su vida, otro más la ha perdido. Maldito mayo que es mucho lo que ha dado, pero a cambio de tanto...
Hoy Miguel Hernández va en las venas de todos, diciendo que no es cierto, que tendrás que volver con esta primavera, porque "A las aladas almas de las rosas / de almendro de nata te requieren, / que tenéis que hablar de muchas cosas, / compañero del alma, compañero". Así es como te has convertido en ese rayo que no cesa, en el constante recuerdo de esperanza, dolor y alivio.