martes, 13 de enero de 2015

Hasta que la muerte os separe

Llevas algún tiempo traicionándote y a veces estás tan sola...
Apenas existen momentos para ti, pero si los hay, te hablas demasiado.
Demasiada charla en tan poco espacio.

Aquellos que te comprendían huyeron,
quizá por el descaro de tu sinsentido
y algo asustados por ver en quién te habías convertido.

Tu soledad no está vacía:
hay libros y algún cigarro.
Tampoco muchos, ya no fumas demasiado.

Creen que puede que recuerdes con nostalgia.
Se equivocan.
No quedan recuerdos de algún otro tiempo.

Este tiempo te hizo suya
mucho antes de que te dieras cuenta.
El problema es que ahora no te suelta.

Puedes echarte la culpa, la tienes.
Puedes echarle la culpa, la tiene.
Quieres abandonar el barco, no puedes.