sábado, 28 de febrero de 2015

Desespero y más tiempo espero

Yo podía escuchar muy poco,
siempre estaba en mis quehaceres;
ahora todos hacen mucho,
ni me escuchan ni yo escucho.

Todos se iban sentando,
todos se fueron levantando:
los veía ir, venir,
y yo sigo en el banco.

Así lo decidí, supongo.
Soy esa dama que espera
...espera algo siempre insuficiente,
como una Madame Bobary impaciente.

Sin nada que me llene
ni palabras con las que llenar a nadie;
sin una mirada llena
ni con qué llenar la cartera.

Sin más que unos ojos cansados
y unos labios secos,
espero y desespero,
desespero y más tiempo espero.