
En fin...
Soy yo la primera que les dice que nos quedaremos con lo bueno, y lo haré, pero ¡qué difícil!
Te extrañamos mucho y acabas de marcharte. El castillo ahora sí ha caído, al menos te has quedado arriba.
Lo construirte a pulso, tan despacio, tan poco rentable, tan duro de terminar, tan complicada la meta..., para llegar aquí.
Gracias.
Es lo más que podemos decirte, a la vez lo mínimo.
Es lo que siempre nos decías, es lo que no nos dio tiempo a nosotros de demostrarte como hubiéramos querido.
Será tu compromiso, tus ganas, tus fuerzas. Serán las faltas de adjetivos que me ocurren, será que lo ERES TODO. Es que tú fuiste quien estuvo, quien nos tuvo, quien tuvimos, quien se va...
Contigo lo dejamos todo.
Contigo van las mil medallas, los tres trofeos, los doscientos cinturones que obtuvimos porque tú te los ganaste. Nosotros sólo realizábamos un sueño, porque no hay mejor manera de cumplir los sueños que con un soñador, con un luchador nato.
Que te quiero ya lo sabes, que me faltó ese último abrazo, pero me quedé con la sonrisa.
Sólo te pido que vengas en mis sueños y sonrías, no quiero olvidar esa sonrisa, quiero que me mires, borrar esa siesta eterna de mi mente, sólo quiero que estés aquí.
Pero más egoísta que yo es la vida, que te quiere sólo para ella. dejándonos vacíos, echándote de menos, quedándonos perdidos.
Ven, por favor.
Yo aún no lo creo, no lo creo porque no es cierto, porque tu mano sigue en mi hombro para que me gire a decir que la he cagado, para que me digas que aún no está todo perdido, para hacer el último kata llorando, soltando rabia en cada lágrima, gritando cada fallo del primero y ganando de nuevo tu sueño.
Ven, por favor.
Te necesitamos todos. Que ya sólo quedaban unos meses para algunos, para otros muchos años, no nos dejes.
...los sueños se pierden si te marchas.