¿Qué tal?, ¿todo bien?, con ella guay, ¿no? ¡ME ALEGRO!
Falsedad que se respira en mis propias palabras.
Falsedad que, como siempre, construye su propia jaula.
Que no estoy bien, ¿aún no me ves?
Se me olvidó que hoy no me quieres como ayer.
A cada paso una careta, a cada paso mis pies pesan.
A cada paso vuelvo la cabeza, pero el pasado nunca llega.
Tu frenas, no te interesa.
Yo río, pero lamento tu ausencia.
Sabes lo que digo al mirarme, tienes formas de esquivarme.
Con palabras necias hago que no me doy cuenta.
Escribo en tinta transparente,
da igual si se borra, puedo escribirlo mil veces.
Además, ni te importa.
Que curioso es esto,
se vive al lado un tiempo,
pero todo, bueno y malo, cabe en un folio en blanco.
Cabe dentro de un órgano,
a este pobre siempre le echamos la culpa de sufrir
y no nos damos cuenta que no vivimos si no nos hace latir.
Escribo los versos que no dio tiempo a decirte;
aquellos que te tatué en cada beso,
aquellos que aún no escuchas,
aquellos que dicen aquello que yo siento.
Cuando siento, PIENSO.
Cuando lloro, PIENSO.
Cuando escribo, PIENSO.
...y cuando pienso, MUERO.
9 estrofas y aún no he dicho nada:
me hacías brillar con tu voz, soñar con tu mirada.
Hoy ni me hablas.
Mil noches de agonía necesitando el calor que me guía.
Intento ver el lado bueno:
te perdí y eso parece que me inspira.
¿Leerás esto? No, no creo..., jamás.
¿Te lo diré? No es orgullo, es miedo.
¿Decírtelo para qué?
Con un adiós fue suficiente.
...y para aprenderlo lo escribiré mil veces:
¡NO DEBO RECORDAR LO QUE NO VUELVE!
Esa sensación de que me falta el tiempo...
Mil cosas que no tuve tiempo de mostrarte.
Llegaste intenso, lento, me miraste,
desvaneciste mi sueño, te fuiste.
Cada noche vuelve tu llegada.
Intensa, lenta, mirándome...,
pero al despertar te has ido,
me he desvanecido, se rompió mi sueño aturdido.
Tu olor, tu tacto, tu sabor...
Son tan solo tuyos.
Ahora corresponden a otro corazón iluso.
Te sigo oyendo pero no te diriges a mí.
Siento como me alimenta tu recuerdo,
me bastan las sobras cual perro,
no tengo el plato entero,
lo completo con mis versos.
Yo te he visto y eso duele.
Eres tan feliz, tan niño…
Os veo juntos y no podría separaros.
Sois adorables, vuestros besos tiernos y sentidos.
No le estás dando mis besos a otra,
mis besos ya se han perdido.
Ya no se hacer otra cosa que intentar vaciar tu sitio.
Has escogido bien, no debo ser gran tesoro
si ella te tiene a sus pies y yo aún te lloro.
Pasas por delante y no me ves.
Caminas a su lado, aislado…
Te miro, ¿me ves?
¡Que tontería! ¿En qué me he convertido?
Una vez más versos suspensivos […]
Una vez más acabaré como al principio […]
Necedad, Simplicidad […]
Buena cara cuando todo marcha mal.